ÉL CAMINA ENTRE NOSOTROS

No es una metáfora: el Mesías está presente en medio de su pueblo. ¿Cómo afecta esta realidad nuestra actitud al reunirnos? Explora la importancia de la reverencia y la preparación en cada encuentro con Él.

ÉL CAMINA ENTRE NOSOTROS
Revelación 2:1 — «Escribe al mensajero de la comunidad en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candelabros de oro, dice esto».

Quisiera volver a hablar de este tema, se que muchos ya lo entienden, pero es un aspecto muy importante del que siempre debemos estar conscientes y que nunca debemos dejar de aplicar. Amados, no es una metáfora sino una realidad espiritual: el Mesías glorificado se mueve entre su pueblo, observa, exhorta, consuela y corrige, tal como lo hacía la presencia del Eterno en el tabernáculo en medio del campamento de Israel. Hemos estudiado que el shabat y los moadim (tiempos señalados) son «mikrá kodesh», es decir, santas convocaciones, momentos en que Eterno mismo tiene una cita con nosotros, su pueblo (Levítico 23:1). Esto significa que, en cada santa convocación, el Padre se hace presente en medio de nosotros. Queramos creerlo o no, el Padre está con nosotros como una presencia invisible pero santa y poderosa. Hoy la presencia del Padre se sigue manifestando en nosotros como pueblo por medio de Yeshúa el Mesías.

Mateo 18:20 — «Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».

Cada vez que estamos reunidos, la presencia de Yeshúa está ahí con nosotros, esto es una realidad de la que debemos estar conscientes. Ya sea que estemos reunidos físicamente o que estemos conectados por Zoom o YouTube, ahí está presente nuestro Rey. Dónde quiera que dos o más discípulos estén reunidos en el nombre de Yeshúa, ahí está la presencia poderosa y santa del Mesías. Queramos creerlo o no, la verdad es que cada vez que nos unimos para estudiar las Escrituras, no estamos asistiendo a una clase más, sino entrando a un tiempo sagrado… ¡un tiempo sagrado! Y ahí está el Mesías en persona, observando, guiando y caminando entre nosotros.

En el desierto, cuando la gloria del Señor descendía, el pueblo se postraba. Nadie entraba al Lugar Santo sin preparación, sin respeto, sin consagración.

Levítico 19:30 — «Guarden mis shabatot y reverencien mi santuario. Yo soy el Señor».
Éxodo 3:5 — «Ponte de pie, quítate las sandalias de los pies, porque el lugar en que estás es tierra santa».
Salmo 2:11 — «Sirvan al Señor con temor, y alégrense con temblor».

Amados, Yeshúa está presente en cada una de nuestras reuniones. Cuando entendemos esta verdad, entendemos que necesitamos dar lo mejor de nosotros mismos, debemos llegar a tiempo, conectarnos con la actitud correcta, preparados para estudiar, habiendo leído la parasháh, sin apuros ni improvisaciones. La reverencia y la santidad que le damos a nuestro tiempo como pueblo se expresa en la dedicación y el amor con que preparamos y participamos de la reunión.

Debemos aprender que donde está Yeshúa nada permanece igual. Su presencia ilumina, confronta y purifica, por eso cada reunión (en especial en shabat) es una oportunidad para vivir una transformación real.

2 Corintios 4:6 — «Porque Elohim, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Elohim en el rostro del Mesías».

Necesitamos volver a preguntarnos: ¿Cómo nos estamos presentando ante Él? ¿Llegamos a las reuniones conscientes de que tenemos una cita ante el Rey? ¿Valoramos cada shabat y cada parasháh como una oportunidad que el Eterno nos da para crecer espiritualmente? ¿Cuidamos nuestras palabras, nuestra presentación, nuestra actitud, sabiendo que el Mesías camina entre nosotros?

2 Corintios 13:5 — «Examínense a ustedes mismos, para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos».

Amados: no es la tecnología lo que hace santa la reunión, sino quién está presente. Y cuando nos reunimos con el deseo genuino de ser edificados a través de la Palabra de Elohim, de crecer espiritualmente como congregación, Yeshúa no se hace esperar… Él está allí siempre.

Levítico 26:12 — «Yo caminaré en medio de ustedes, y seré su Elohim, y ustedes serán mi pueblo».

¿Nos estamos preparando para presentarnos ante nuestro Rey este Shabat?

Un abrazo, shalom!