NEGACIÓN GNÓSTICA

El enemigo disfrazado de pureza: falsos maestros, ayunos extremos y doctrinas que niegan la Toráh. ¿Sabes cómo detectarlos?

NEGACIÓN GNÓSTICA
1 TIMOTEO 4:1-5 — «El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia. Esos prohibirán casarse y mandarán abstenerse de algunos alimentos, que Dios los ha creado para que con acción de gracias participen de ellos los que creen y que han conocido la verdad. Porque todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias; porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración».

Ayer hablamos de la necesidad de estudiar las Escrituras para poner a prueba a los falsos maestros y no ser arrastrados por el engaño de falsas doctrinas. A continuación leemos que Shaúl dice que estos falsos maestros que tienen «cauterizada la conciencia» estaban prohibiendo casarse y estaban mandando abstenerse de algunos alimentos. Seguramente, prohibir el matrimonio y prohibir ciertos alimentos, no eran los únicos mandamientos que estos maestros nicolaítas estaban promoviendo, pero eran los suficientes para que Timoteo supiera de quienes se estaba hablando.

¿Quienes eran estos falsos maestros? La historia nos demuestra que en paralelo a la expansión del evangelio comenzaron a surgir falsos maestros que comenzaron a torcer el evangelio. Uno de los grupos más importantes fueron los gnósticos. Los gnósticos enseñaban que la materia era mala y el espíritu era bueno. Para ellos el cuerpo era una prisión que tenía que ser dominado y castigado. Prohibían el matrimonio y abstenerse de algunos alimentos y bebidas por ser una forma de placer físico. La forma de vida que los gnósticos promovieron era de una falsa «pureza» que obtenían por medio del castigo del cuerpo. Ireneo, cerca del año 180 d.C., escribió de los gnósticos: «Algunos de ellos se abstienen del matrimonio, basándose en la idea de que la creación del cuerpo humano es obra de una potencia inferior … otros se abstienen de ciertos alimentos, diciendo que estos manchan el alma» (Contra las Herejías, Libro I, Cap. 24). En la epístola de Pseudo-Clemente está escrito: «Los gnósticos niegan el matrimonio y desprecian los alimentos que el Elohim creador dio para ser comidos con gratitud». También algunos textos gnósticos que aún se conservan hasta ahora tienen este tipo de enseñanzas. En el Evangelio de Tomás está escrito en referencia al matrimonio: «miserable es el cuerpo que depende de un cuerpo» y en el documento «La hipóstasis de los arcontes» la carne y el sexo son descritos como corrupción del alma. Respecto a la abstinencia de alimentos, de los textos gnósticos de Nag Hammadi y autores cristianos como Epifanio sabemos que algunos de los alimentos prohibidos eran: la carne (porque proviene de un cuerpo considerado prisión del alma), el vino (asociado al placer corporal), alimentos sabrosos (estimulan los sentidos que los gnósticos querían suprimir), alimentos sacrificados en el Templo de Jerusalén (los gnósticos fueron los primeros cristianos en rechazar el templo y la Toráh). Algunas fuentes complementarias también señalan: Epifanio de Salamina–Panarion (siglo IV) describe grupos gnósticos que vivían sólo de agua y vegetales crudos, y algunos tampoco comían pan porque decían que «contiene vida» que se debe liberar. O Tertuliano (Contra Marción IV.17) señala que el gnóstico Marción prohibía el consumo de carne y vino.

Todos estas son enseñanzas demoníacas, engaños del enemigo que estaban arrastrando a algunos creyentes. Cuando los verdaderos discípulos de Yeshúa estaban escribiendo los evangelios y los otros documentos que llegaron a formar parte de nuestras Biblias, estos falsos maestros gnósticos decidieron escribir sus propios textos basados en sus falsas enseñanzas. Entre estos textos que escribieron están: El Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe, el Evangelio de María Magdalena y el Evangelio de Judas. Por eso rechazo tajantemente el contenido de esos falsos evangelios que, lamentablemente, se han hecho bastante conocidos en nuestra cultura occidental y con frecuencia son usados para atacar la emunáh.

Las Escrituras nos enseñan que el Eterno bendijo en matrimonio desde la creación del ser humano, y que nos dio alimentos y bebidas para disfrutar de su creación. Por ejemplo, los carne que forma parte de los «alimentos que Dios creó» están descritos en Levítico 11. Además, en las Escrituras se nos habla de disfrutar de la comida y del vino, algunos ejemplos:

Deuteronomio 14:26 — «Y podrás gastar el dinero en todo lo que desees: en ganado vacuno, en ovejas, en vino o bebida fuerte, o en cualquier cosa que desees. Comerás allí en la presencia de YHVH tu Elohim y te regocijarás, tú y tu familia».
Deuteronomio 12:7 — «Allí también comerán delante de YHVH su Elohim, y se regocijarán en todo lo que hayan emprendido, ustedes y sus familias, en lo que YHVH su Elohim los haya bendecido».
Eclesiastés 9:7 — «Ve, come tu pan con gozo y bebe tu vino con corazón alegre, porque Elohim ya se ha agradado de tus obras».

Desde el inicio el enemigo ha atacado la Toráh y los Profetas, negando sus enseñanzas para crear otras nuevas. La única intención del enemigo es robar, matar y destruir, y su principal objetivo serán siempre los verdaderos discípulos de Yeshúa. Pero nosotros estamos seguros, no en las enseñanzas de un maestro humano, no en las ideas de una teología humana, no en las doctrinas de un movimiento religioso humano, sino en las Escrituras inspiradas por el Eterno y en las enseñanzas de nuestro Señor Yeshúa el Mesías de Israel. ¿Amén?

Un gran abrazo, shalom!!!